Como padres o cuidadores, todos queremos lo mejor para los jóvenes a los que cuidamos. Queremos que sean felices, estén sanos y tengan confianza en sí mismos, especialmente cuando pasan por la adolescencia, una etapa en la que los cambios hormonales pueden suponer muchos desafíos.  

Pero, ¿qué debemos hacer si nuestro hijo adolescente tiene sobrepeso u obesidad? Muchos padres y cuidadores dudan a la hora de abordar el tema del peso. Es un tema delicado y es natural querer evitar conflictos. Sin embargo, llega un momento en el que es posible que debas actuar. Quizás haya descubierto que tu hijo está sufriendo algún tipo de acoso. Tal vez puedas ver que tiene problemas de baja autoestima o depresión. O puede que te preocupe su salud a largo plazo: 4 de cada 5 adolescentes que viven con obesidad se convertirán en adultos que vivan con obesidad. Si esto te suena familiar, veamos algunas de las preguntas que los padres y cuidadores suelen hacerse.

Muchos padres asumen toda la culpa de que sus hijos vivan con obesidad y sienten que podrían haber hecho más por ellos. La verdad es que la obesidad es una enfermedad compleja en la que influyen muchos factores. Pueden ser factores genéticos, psicológicos, ambientales y fisiológicos (cómo funciona el cuerpo de una persona). Los cuidadores no pueden ser responsables de todo lo que hace una persona joven ni protegerla de todos los factores externos. Lo que pueden hacer es apoyarles para que tomen decisiones positivas y animarles a buscar apoyo médico cuando sea necesario.

Es bueno permitir que los adolescentes desarrollen un sentido de responsabilidad por sus acciones, pero la mayoría de los jóvenes necesitan orientación y apoyo durante el camino. Si están teniendo problemas de peso, es posible que agradezcan la oportunidad de compartir sus sentimientos con un familiar o amigo y debatir juntos el mejor enfoque y camino a seguir.

A muchos padres o cuidadores les preocupa que hablar sobre el peso u obesidad en adolescentes empeore las cosas de alguna manera, aumentando la baja autoestima del joven o desencadenando una relación poco saludable con su cuerpo y su comida. En la mayoría de los casos, es mejor sacar a relucir las cosas y abordarlas de frente. Fomentar conversaciones abiertas en el hogar puede ser muy beneficioso, ya que esto puede hacer que el hogar sea un lugar “seguro” en el que tu hijo pueda hablar sobre el peso abiertamente.

Además, los profesionales sanitarios, incluidos los médicos de cabecera, farmacéuticos y enfermeros, a menudo pueden proporcionar un valioso apoyo como siguiente paso. 

¡Elija su momento! Trate de encontrar una ocasión en la que no les molesten. Plantea el tema de la obesidad en adolescentes con delicadeza, como por ejemplo, con “he notado que parece que tu peso te preocupa” o “En tu última cita médica, el médico mencionó que has aumentado de peso, ¿te gustaría hablar de ello?”. Otra opción sería preguntarles algo como “¿Cómo te sientes con respecto a tu cuerpo o tu peso?” como una forma de dar pie a una conversación de forma delicada. El uso de la calculadora del IMC a continuación puede ser una buena manera de iniciar una conversación sobre peso saludable. Si tu hijo adolescente se muestra reacio a abrirse, déjale claro que puede contar contigo para hablar de ello cuando esté listo. Una vez que haya planteado el tema, será más fácil volver a él más tarde.

• Elegir un momento tranquilo para hablar del tema, por ejemplo, durante un viaje en coche 
• Animar a tu hijo adolescente a hablar abiertamente
• Ser comprensivo (empatía, no simpatía) y elegir tus palabras cuidadosamente; asegúrate de agradecer a tu hijo por ser honesto y abierto contigo
• Elogiar al adolescente cuando tome decisiones saludables en relación con la alimentación o el ejercicio
• Centrarse en los beneficios para la salud y la calidad de vida de perder peso en lugar de la apariencia física
• Asegurarle a tu hijo adolescente que puede tomar el control de su peso y que estáis juntos en esto
• Ofrezca sugerencias positivas, como dar paseos o practicar deporte juntos, probar recetas saludables o acordar límites semanales en golosinas y snacks
• Diríjale a fuentes fiables de información sobre el peso, como los artículos de este sitio web
• Hablar con tu médico para que te aconseje sobre cómo mejorar los hábitos alimenticios y los niveles de actividad de tu familia 

• Juzgar o culpar: muchos adolescentes que viven con sobrepeso ya se sienten culpables y no quieren sentir que están siendo “sermoneados”.
• Abrumarles con objetivos poco realistas: acordad objetivos pequeños y realistas que se puedan ir logrando con el tiempo
• Hablar de dietas: mantén el enfoque en una alimentación saludable y elude el tema de su aspecto 
• Presionarles para que hablen si no están listos
• Hacer comparaciones con sus amigos
• Dejar que las conversaciones se conviertan en discusiones: si la conversación se vuelve acalorada, detente y acuerda hablar en otra ocasión

¡No estás solo!

Este sitio web contiene numerosos artículos sobre una variedad de temas que te ayudarán a ti y a tu hijo adolescente a comprender los muchos factores que afectan al peso y cómo alcanzar sus objetivos de salud. Puede que quieran leerlos por su cuenta, y tu puedes compartir artículos dirigidos a adolescentes que estén preocupados por su peso. 

La European Coalition for People Living with Obesity (ECPO) ha lanzado un podcast sobre el tema “Opiniones de jóvenes con obesidad” (“Voices of Youth in Obesity”).

Los profesionales de la salud formados en el control del peso pueden ayudarte a desarrollar un plan de tratamiento adecuado para tu hijo adolescente. Haz clic en el link

Empieza la conversación hoy mismo.